(extracto tomado de: http://www.kaosenlared.net)
destacado escritor, llevó una lucha pacífica por los derechos sociales y ecológicos de su pueblo y presentó sus denuncias de los atropellos de la Shell y la Chevron en diferentes foros de derechos humanos y medioambientales.
Ken Saro Wiwa fue ahorcado en noviembre 1995 junto a ocho compañeros en cumplimiento de la sentencia de un tribunal designado por el gobierno militar, en un juicio cuestionado internacionalmente que supuso la expulsión de Nigeria de la Commonwealth.
Las movilizaciones en Nigeria desde su detención en la primavera de 1994 fueron muy amplias y sangrientas. La Shell solicitó en varias ocasiones la intervención de la siniestra Mobile Police Force que disparó en varias ocasiones contra la multitud y vendió armas al dictador Abacha durante el embargo internacional decretado tras el crimen. El gerente general de la Shell en Nigeria, Naemeka Achebe, explicó así el apoyo de su empresa a la dictadura militar : "Para una empresa comercial que se propone realizar inversiones, es necesario un ambiente de estabilidad... Las dictaduras ofrecen eso"[i].
En Nigeria la conmoción por el asesinato colectivo dió lugar al surgimiento de diversos movimientos armados, que han gozado y gozan del apoyo popular y que tienen como objetivo central el ataque a las petroleras. Desde que entró en acción en 2005, el más destacado es el Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger (MEND), que asume las reivindicaciones del MOSOP. Perteneciente a la etnia Ijaw, su objetivo declarado, es arrancar a las petroleras el control de los hidrocarburos y exigir reparaciones por los desastres medioambientales producidos. En enero de 2006 miembros del MEND asaltaron una instalación de la Shell y secuestraron a cuatro empleados. Sus exigencias eran: la liberación de dos líderes, 1.500 millones de dólares como indemnización por la contaminación del delta y destinar el 50% de los beneficios de las petroleras al desarrollo de las pobrísimas aldeas de la región. No fueron atendidas y en febrero del mismo año realizaron nuevos secuestros, bombardearon dos oleoductos, un gaseoducto y una terminal de carga, forzando a la Shell a interrumpir la exportación de sus casi medio millón de barriles diarios. El pasado mes de agosto, el semanario británico The Observer ha publicado un amplio artículo sobre la situación en Nigeria, analizando la actividad del MEND en su corta existencia y en el que se incluye una entrevista con un dirigente que finaliza con estas palabras: “La primera etapa no era más que una fase del rodaje del material. Pronto la auténtica violencia caerá sobre el Delta. Esperamos las órdenes y no perderemos un minuto…Cuando un nigeriano se pone en marcha nada puede pararle”[25].
Esta situación de tensión en Nigeria, que está en el fondo de la escalada militar de EE.UU. y la UE en África, ha llevado a las grandes compañías a explorar bolsas de petróleo marinas, aunque el encarecimiento de la producción del barril que pasa, de dos dólares en tierra firme, a siete dólares en el mar, hace que la primera se siga practicando, ocurra lo que ocurra.
La otra dimensión de la lucha popular es el movimiento sindical, que ha sido capaz de llevar a cabo importantísimas huelgas generales, que han crecido en fuerza y extensión desde que el Fondo Monetario Internacional impuso la desregularización del precio de los combustibles, además de privatizaciones diversas, y que han hecho temblar los mercados internacionales.
Más huelgas generales se han producido en 2005, 2006 y 2007, la última el pasado mes de julio, motivadas por nuevas subidas de la gasolina como consecuencia de incrementos de impuestos, y por la venta de dos de las cuatro refinerías estatales a empresas extranjeras.
La complicidad del ejército y la policía con las petroleras, que a su vez mantienen sus propias bandas paramilitares, forma parte de la historia de Nigeria. En febrero de 2005, durante una manifestación pacífica de unas 300 personas para denunciar las promesas incumplidas de la estadounidense Chevron, el ejército disparó contra los manifestantes desde la terminal de dicha petrolera en Escravos. Mató a uno de ellos e hirió al menos a 3026.
Dos semanas después el ejército asaltó Odioma, comunidad de la etnia ijaw, de la que procede el MEND, mató a 17 personas y destruyó el 80% de las viviendas. El pretexto del ataque era capturar a miembros de un grupo paramilitar de la Shell, pero no se detuvo a ningún sospechoso. Del resultado de la investigación judicial ordenada por el gobernador del estado, curiosamente el de Bayelsa, no se tiene noticia según el citado documento de Amnistía Internacional.
[i] Galeano, Eduardo. «El petroleo : lecciones de impunidad ». http://members.tripod.com/~Mictlantecuhtli/politica/Galeano1.html
[25] El interesante y reciente artículo “Caos en Nigeria: La guerra del petróleo ha comenzado” puede consultarse en http://www.asodegue.org/septiembre0307.htm
26 « Nigeria : petróleo, pobreza y violencia ». Amnistía Internacional, enero de 2007. http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAFR440172006?open&of=ESL-NGA
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