martes, 12 de agosto de 2008

Manifiesto del Movimiento de Refundación Comunista

Somos Comunistas, con y sin carnet al día, que nos hemos reunido ante la grave crisis por la que atraviesa nuestro querido partido con la finalidad de unirnos para recuperar su historia, su compromiso, su mística y el objetivo final con que fue creado, a principios del siglo pasado, por Luis Emilio Recabarren y ese puñado de hombres y mujeres revolucionarios.

Hoy el Partido Comunista de Chile no es ni la sombra de aquel que se construyó con tanto amor y fuerza por miles y miles de compatriotas a lo largo de los años. En lo orgánico, la militancia con su carnet al día es cada vez menos, ni siquiera alcanza a un 25% de lo que éramos al finalizar la dictadura, mientras que en lo político la actual Dirección nos guía hacia un despeñadero sin retorno, entre maniobras autoritarias contra cualquier opinión diferente y tácticas socialdemócratas que nos alejan del pueblo y los trabajadores.

Creemos que es necesario un gran esfuerzo por rescatar a nuestro Partido del rumbo que ha tomado, producto del acuerdo entre las dos fracciones que se han hecho del poder, manejando la chequera, el padrón electoral y los símbolos de lucha, con el claro propósito de acomodos personales y sometimiento a las dos derechas que se encuentran el poder.

En lo político, creemos que es necesario refundar nuestra organización marxista-leninista retomando el clasismo de nuestros fundadores y apropiándonos de la esencia de la Política de Rebelión Popular de Masas, como forma de encaminar a esta herramienta de los trabajadores hacia su meta final: las transformaciones profundas de nuestra sociedad, la revolución. Será con y desde el pueblo la forma en que crezca y se desarrolle este proceso, uniendo a los comunistas que hoy están dentro y fuera del Partido, sumando a todos los hombres y mujeres que se proponen esta profunda transformación, y creando un amplio marco de alianzas que impongan los cambios que Chile necesita.

Necesitamos para ello un Partido de Cuadros inserto absolutamente en las masas, cuyos dirigentes surjan del trabajo social, sindical y gremial, y cuenten con un amplio reconocimiento de las bases partidarias y del pueblo. Un Partido que recupere la honestidad y transparencia de los Comunistas, que sea el espejo en que se miren todos quienes deseen hacer la revolución en nuestro país, que no sea considerado un “pasador de máquinas” si no un guía, abierto a la crítica y la autocrítica, a la democracia interna, a la discusión enriquecedora, al trabajo del intelectual colectivo. Con unidad de acción, pero con diversidad de pensamientos y amplio espacio para la creación.

Hoy llamamos a todos los Comunistas de verdad a unirse en torno a esta iniciativa, que por ahora toma el nombre de Movimiento de Refundación Comunista, para asumir los sueños y las esperanzas de nuestros héroes, luchando con los trabajadores y el pueblo por transformar a nuestra patria desde lo más profundo y alcanzar así aquella sociedad justa y digna por la que dieron sus vidas.

Movimiento de Refundación Comunista
Agosto de 2008

domingo, 10 de agosto de 2008

Entre la "triple A" y el comité de aplausos

Por: Ernesto Villegas Poljak
Fecha de publicación: 08/08/08


Puede que haya lucido a regañadientes, pero no es poca cosa el que el presidente Hugo Chávez se haya disculpado con el camarógrafo Efraín Castro.

Con todo lo que pueda decirse al respecto, tal disculpa comporta en sí misma una rectificación.

Tal vez no en relación con VTV y su contrato colectivo, que al fin y al cabo todas las estructuras del viejo Estado deberían ser revisadas en una verdadera revolución, mucho más si ésta se proclama nada menos que socialista, pero sí en cuanto al modo de relación entre el líder revolucionario y los hombres y mujeres que lo siguen.

Por la cantidad y contenido de los mensajes recibidos a propósito del artículo “Desagravio a un camarógrafo”, publicado aquí la semana pasada, los cuales agradezco profundamente, tengo la impresión de que el pueblo chavista está dispuesto a perdonarle muchas cosas a su líder, como en toda relación amorosa, salvo que vuelque su liderazgo para emprenderla contra gente del mismo pueblo, por más razón que le asista en el fondo de sus planteamientos.

Escenas como la de Chávez versus Efraín, o Chávez versus Nelson Mora en el barrio Federico Quiroz, en clara situación de desventaja, dejan a sus seguidores como el robot de Perdidos en el espacio cuando se topaba con algún hecho desconcertante: “No es computable, no es computable”.

El Presidente ha entendido esto y, a su manera, le ha pedido perdón a Efraín.

La conexión emocional entre Chávez y el pueblo chavista requería un gesto en esa dirección.
En la campaña electoral del 2006, él mismo describía esa conexión con un bolero, cantando en sus mitines “…es más que amor, frenesí”. El que la paliza que ese año le dio a Manuel Rosales no fuera con 10 millones de votos por el buche, como había alardeado, sino con siete, fue un signo de alerta que no fue tomado en cuenta. Luego vino el 2007, cuya historia es conocida, y en cuyo desenlace quién sabe cuánto incidió el episodio con Nelson Mora , transmitido en vivo y directo por Aló, Presidente. El diablo, recordemos, a veces se esconde en los detalles.


Entre la “triple A” y el comité de aplausos

El Presidente, por cierto, se refirió a los “escribidores” que abordamos el tema, término que alude, según el diccionario, a los malos escritores.

Modestamente, apenas he publicado un libro, que por fortuna contó con la buena pluma y correcciones de Alexis Rosas, quien sí es un escritor. Yo sólo soy un periodista, orgulloso, por cierto, de haber recibido, de manos de Hugo Chávez , el Premio Nacional de Periodismo 2002, mención medios impresos, por mis reportajes y entrevistas en El Universal, de donde me fui poco después del golpe de abril.


Tampoco me enrollo por lo de “supuestamente revolucionarios”. Ese calificativo no lo otorga ni lo revoca nadie, sino la vida misma, ya al final del camino. Todos tenemos dos hemisferios cerebrales, uno de izquierda y otro de derecha, un poco de revolucionarios y un poco de conservadores, y somos susceptibles de desviar el camino. “La verdad es siempre revolucionaria”, decía Lenin.

Para disgusto de la Asociación de Articulistas Antichavistas, la inefable “triple A”, así bautizada por Clodovaldo Hernández , y del Comité de Aplausos del Comandante en Jefe, esta posición no implica saltos de talanquera ni peticiones de perdón a la derecha.

Ni las carantoñas de la primera, ni las críticas nocturnas del segundo, que ignoran una línea constante al lado de los trabajadores, de la que sobran testigos, lograrán su cometido.

Ya en el pasado algún hombre de TV demasiado díscolo fue objeto de una campañita que, al margen de lo reprobable o no de su actitud, lo pintaba como un aprovechado al que sólo movían lucro y ambición. Hoy está de nuevo en la buena y sólo recibe elogios.

Puede que algo semejante esté en camino, pero se equivocan si con eso creen amedrentar. El que no la debe no la teme.


TAQUITOS


SILVIO. Buscando la entrevista que hace unos meses le hizo Patricia Villegas a Silvio Rodríguez para Telesur, donde el hombre reflexiona acerca de lo que es un revolucionario, encontré esta otra que le hizo Margarita Serrano en 1996 para el diario La Tercera, de Chile:

-¿Fue militante del Partido Comunista?

-Nunca. Ni entonces, ni ahora. Soy demasiado personal en mis ideas como para defender cosas en las que no creo. Y no creo en todo lo que el partido defiende.

-¿Pero de alguna manera usted es un símbolo de este régimen. ¿Se siente parte del oficialismo establecido?

-Si ser oficialista es creer en la revolución y defenderla, parece que no me va a quedar más remedio que serlo. Pero eso no significa que yo acepte convivir con la intolerancia, con la burocracia, con la rigidez... Yo no tengo un cartel que diga lo que soy, pero como a todos nos lo ponen, me habrán puesto el de oficial.

-A estas alturas de la evolución política mundial, ¿le parece que hay que cambiar cosas en esta revolución?

-Por supuesto que hay que cambiar muchas cosas. Nosotros hemos sido grandes cuestionadores de lo que se hace en Cuba. Y la oficialidad lo sabe. Ellos saben hasta qué punto yo soy de crítico.

-Usted es diputado de la Asamblea Nacional , cuando se encuentra con Fidel, ¿hay algun trato particular hacia usted?

-No, ninguno. Me saluda como uno más de muchos. Pero yo me siento orgulloso de Fidel y la revolución.

-¿Le gusta como está Cuba hoy?

-No. No me gusta. Y tampoco me gusta como está el mundo.


columnacontralacorriente@yahoo.es

Primera mesa de Tarija: Presidente Sí 45 votos, No 9; Cossío Sí 17, No 36 votos

Los bolivianos comenzaron a emitir su voto en el referendo revoctorio. (archivo).

Tarija 10 ago (ABI) En la primera mesa cerrada en la cárcel de Morros Blancos de Tarija, el presidente de la República Evo Morales obtuvo 45 votos a favor y 9 en contra en tanto que el prefecto Mario Cossío, logró 17 votos a favor y 36 en contra.

La mesa 23216 de la cárcel de Morros Blancos registró los siguientes datos oficiales: Evo Morales Sí 45 votos, NO 9 votos, blancos 2, Nulos 0. Total de votantes 56 y habilitados 68. Para prefecto la votación fue la siguiente: Mario Cossío Sí 17 votos, NO 36 votos, blancos, 3, nulos 0. Total votantes 56 y habilitados 68.
La mesa 20339 de la cárcel pública del municipio de Camargo en el departamento de Chuquisaca, también fue cerrada y los resultados son los siguientes: Por el presidente Evo Morales Sí 9 votos. Por el NO 0 votos. Votaron 9 personas de un total de 11 inscritos. En Chuquisaca no hay votación para prefecto.

Si a Evo Si a Bolivia