sábado, 18 de agosto de 2007

Camarada de las RAF será liberada.


inSurGente (J.L).- La antigua militante de la organización Fracción del Ejército Rojo (RAF) Eva Haule podrá abandonar la cárcel tras cumplir 21 años de una condena a cadena perpetua por su participación en un atentado contra una base militar estadounidense en Alemania. La Audiencia Superior de Frankfurt anunció la decisión de poner en libertad condicional a Eva Haule, que en abril de 1994 fue encontrada culpable de un atentado con bomba cometido el 8 de agosto de 1985 contra el aeropuerto militar estadounidense de esa ciudad que le costó la vida a varios soldados de EEUU.

Haule, de 53 años, se encontraba hasta ahora cumpliendo condena en régimen abierto en la prisión de mujeres de Berlín-Neukölln, en la que sólo pernoctaba, y que podrá abandonar previsiblemente el martes próximo. La decisión del tribunal de Frankfurt establece un periodo de libertad condicional de cinco años bajo la supervisión de un funcionario de justicia.


Los jueces, que se entrevistaron dos veces con la interesada, han llegado a la conclusión de que Eva Haule "no supone ya un peligro para la sociedad".


Haule es la segunda activista de la RAF que abandona este año la cárcel una vez cumplida una larga pena, tras la puesta en libertad el pasado marzo de la antigua cabecilla de la organización terrorista Brigitte Mohnhaupt, condenada en su día por varios asesinatos y secuestros políticos.


Haule fue detenida en agosto de 1986 junto a otros dos activistas de la RAF en una heladería de Rüsselsheim cuando estudiaban unos apuntes sobre el Ministerio federal de Cooperación Económica. La Audiencia Superior de Stuttgart la condenó en junio de 1988 a 15 años de cárcel por su participación en un frustrado atentado con bomba en 1984 contra el centro de formación de la OTAN en Oberammergau y el robo en una armería.


Tras la captura de la cúpula de la llamada segunda generación de la RAF en 1984, Eva Haule se convirtió en la mujer de mayor autoridad dentro de la organización, señalaron los jueces. Diez años después de su captura fue procesada por su participación en el atentado contra la base aérea de EE.UU. en Frankfurt y condenada a cadena perpetua por tres asesinatos y 23 intentos de asesinato.


Eva Haule, que estudió pedagogía social, se ha formado en la cárcel como fotógrafa y su primera exposición con retratos de reclusas en el Parlamento de la ciudad-estado de Berlín en 2005 causó un revuelo político con críticas de la oposición liberal y democristiana.

viernes, 17 de agosto de 2007

Los estadounidenses necesitarán visa para ingresar a territorio boliviano

Los ciudadanos estadounidenses que deseen viajar a Bolivia deberán someterse desde ayer al requisito de visa de ingreso, informó la Cancillería boliviana.Según información procedente de La Paz, el ministro boliviano de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, dijo que la disposición entró automáticamente en vigencia porque la resolución ya está lista y no necesita la aprobación del gabinete ni la rúbrica del presidente Evo Morales.
La medida fue tomada en reciprocidad a la visa que se exige a los bolivianos que desean viajar a Estados Unidos.El funcionario explicó que el jefe de Estado conoce el contenido del reglamento con la firma de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Gobierno (Interior) como responsables de la política exterior y del Servicio Nacional de Migración, respectivamente.Según la clasificación vigente, en el grupo uno están los países cuyos ciudadanos no requieren visado; en el segundo, las personas procedentes de naciones que necesitan visado sin consulta, y en el tercero, las de aquellos Estados que requieren visa con consulta.Hace ocho meses, el Poder Ejecutivo, mediante un decreto supremo, modificó la lista de exoneraciones y extensiones de visas de turismo, por lo que los ciudadanos estadounidenses pasaron del grupo uno al tres.En esa última categoría, los ciudadanos están obligados a tramitar el documento ante la cancillería y el Servicio Nacional de Migración si quieren ingresar a Bolivia.
Los ciudadanos estadounidenses que deseen viajar aBolivia deberán someterse desde ayer al requisito de visa de ingreso,informó la Cancillería boliviana.Según información procedente de La Paz, el ministro boliviano deRelaciones Exteriores, David Choquehuanca, dijo que la disposiciónentró automáticamente en vigencia porque la resolución ya está lista yno necesita la aprobación del gabinete ni la rúbrica del presidente EvoMorales.La medida fue tomada en reciprocidad a la visa que se exige a losbolivianos que desean viajar a Estados Unidos.El funcionario explicó que el jefe de Estado conoce el contenido delreglamento con la firma de los ministerios de Relaciones Exteriores yde Gobierno (Interior) como responsables de la política exterior y delServicio Nacional de Migración, respectivamente.
Según la clasificación vigente, en el grupo uno están los países cuyosciudadanos no requieren visado; en el segundo, las personas procedentesde naciones que necesitan visado sin consulta, y en el tercero, las deaquellos Estados que requieren visa con consulta.Hace ocho meses, el Poder Ejecutivo, mediante un decreto supremo,modificó la lista de exoneraciones y extensiones de visas de turismo,por lo que los ciudadanos estadounidenses pasaron del grupo uno altres.En esa última categoría, los ciudadanos están obligados a tramitar eldocumento ante la cancillería y el Servicio Nacional de Migración siquieren ingresar a Bolivia.

Discurso de Salvador Allende.Universidad de Guadalajara, México.2 diciembre de 1972.


EXTRACTOS

(...) Se necesitan profesionales que no busquen engordar en los puestos públicos, en las capitales de nuestras patrias. Profesionales que vayan a la provincia, que se hundan en ella.

Por eso yo hablo así aquí en esta Universidad de Guadalajara, que es una universidad de vanguardia, y tengo la certeza que la obligación patriótica de ustedes es trabajar en la provincia, fundamentalmente, vinculada a las actividades económicas, mineras o actividades industriales o empresariales, o a las actividades agrícolas; la obligación del que estudió aquí es no olvidar que ésta es una universidad del Estado que la pagan los contribuyentes, que en la inmensa mayoría de ellos son los trabajadores. Y que por desgracia, en esta universidad, como en las universidades de mi patria, la presencia de hijos de campesinos y obreros alcanza un bajo nivel, todavía.

Por eso, ser joven en esta época implica una gran responsabilidad, ser joven de México o de Chile; ser joven de América Latina, sobre todo en este continente que, como he dicho, está marcado por un promedio que señala que somos un continente joven. Y la juventud tiene que entender que no hay lucha de generaciones, como lo dijera hace un instante; que hay un enfrentamiento social, que es muy distinto, y que pueden estar en la misma barricada de ese enfrentamiento los que hemos pasado -y yo pasé muy poquito de los 60 años; guárdenme el secreto- de los sesenta años y los jóvenes que puedan tener 13 ó 20.

No hay querella de generaciones, y eso es importante que yo lo diga. La juventud debe entender su obligación de ser joven, y si es estudiante, darse cuenta que hay otros jóvenes que, como él, tienen los mismos años, pero que no son estudiantes. Y si es universitario con mayor razón mirar al joven campesino o al joven obrero, y tener un lenguaje de juventud, no un lenguaje sólo de estudiante universitario, para universitarios.

Pero el que es estudiante tiene una obligación porque tiene más posibilidades de comprender los fenómenos económicos y sociales y las realidades del mundo; tiene la obligación de ser un factor dinámico del proceso de cambio, pero sin perder los perfiles, también, de la realidad.

La revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo; la revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hacen los pueblos; la revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores.

(...) De allí, entonces, que es útil que la juventud, y sobre todo la juventud universitaria, que no puede pasar por la universidad al margen de los problemas de su pueblo, entienda que no puede hacerse del balbuceo doctrinario la enseñanza doctrinaria, de entender que el denso pensamiento de los teóricos de las corrientes sociológicas o económicas requieren un serio estudio; que si es cierto que no hay acción revolucionaria sin teoría revolucionaria, no puede haber la aplicación voluntaria o la interpretación de la teoría adecuándola a lo que la juventud o el joven quiere. Que tiene que mirar lo que pasa dentro de su país y más allá de la frontera, y comprender que hay realidades que deben ser meditadas y analizadas.

Cuando algunos grupos en mi patria, un poco más allá de la Unidad Popular, en donde hay compañeros jóvenes en cuya lealtad revolucionaria yo creo, pero en cuya concepción de la realidad no creo, hablan, por ejemplo, de que en mi país debería hacerse lo mismo que se ha hecho en otros países que han alcanzado el socialismo, yo les he hecho esta pregunta en voz alta: ¿Por qué, por ejemplo, un país como es la República Popular China, poderoso país, extraordinariamente poderoso país, ha tenido que tolerar la realidad de que Taiwán o de que Formosa esté en manos de Chian-Kai-Shek? ¿Es que acaso la República Popular China no tiene los elementos bélicos, por así decirlo, lo suficientemente poderosos para haber, en dos minutos, recuperado Taiwán, llamado Formosa? ¿Por qué no lo ha hecho? Porque, indiscutiblemente hay problemas superiores de la responsabilidad política; porque al proceder así, colocaba a la República Popular China en el camino de una agresión que podría haber significado un daño para el proceso revolucionario, y quizá una conflagración mundial.

¿Quién puede dudar de la voluntad de acción, de la decisión, de la conciencia revolucionaria de Fidel Castro? ¿Y por qué la bahía de Guantánamo no la ha tomado? Porque no puede ni debe hacerlo, porque expondría a su revolución y a su patria a una represalia brutal.

Entonces, uno se encuentra a veces con jóvenes, y los que han leído el Manifiesto Comunista, o lo han llevado largo rato debajo del brazo, creen que lo han asimilado y dictan cátedra y exigen actitudes y critican a hombres, que por lo menos, tienen consecuencia en su vida. Y ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica; pero ir avanzando en los caminos de la vida y mantenerse como revolucionario, en una sociedad burguesa, es difícil.

(...) Un ejemplo personal: yo era un orador universitario de un grupo que se llama Avance; era el grupo más vigoroso de la izquierda. Un día se propuso que se firmara, por el grupo Avance un manifiesto -estoy hablando del año 1931- para crear en Chile los soviets de obreros, campesinos, soldados y estudiantes. Yo dije que era una locura, que no había ninguna posibilidad, que era una torpeza infinita y que no quería, como estudiante, firmar algo que mañana, como un profesional, no iba a aceptar.

Éramos 400 los muchachos de la universidad que estábamos en el grupo Avance, 395 votaron mi expulsión; de los 400 que éramos, sólo dos quedamos en la lucha social. Los demás tienen depósitos bancarios, algunos en el extranjero; tuvieron latifundios -se los expropiamos-; tenían acciones en los bancos -también se los nacionalizamos-, y a los de los monopolios les pasó lo mismo. Pero en el hecho, dos hemos quedado; y a mí me echaron por reaccionario; pero los trabajadores de mi patria me llaman el compañero presidente.

Por eso, el dogmatismo, el sectarismo, debe ser combatido; la lucha ideológica debe llevarse a niveles superiores, pero la discusión para esclarecer, no para imponer determinadas posiciones. Y, además, el estudiante universitario tiene una postura doctrinaria y política, tiene, fundamentalmente, no olvidarse que precisamente la revolución necesita los técnicos y los profesionales.

Ya Lenin lo dijo -yo he aumentado la cifra para impactar más en mi patria-, Lenin dijo que un profesional, un técnico, valía por 10 comunistas; yo digo que por 50, y por 80 socialistas. Yo soy socialista. Les duele mucho a mis compañeros que yo diga eso; pero lo digo, ¿por qué? Porque he vivido una politización en la universidad, llevada a extremos tales que el estudiante olvida su responsabilidad fundamental; pero una sociedad donde la técnica y la ciencia adquieren los niveles que ha adquirido la sociedad contemporánea, ¿cómo no requerir precisamente capacidad y capacitación a los revolucionarios? Por lo tanto, el dirigente político universitario tendrá más autoridad moral, si acaso es también un buen estudiante universitario.

Yo no le he aceptado jamás a un compañero joven que justifique su fracaso porque tiene que hacer trabajos políticos: tiene que darse el tiempo necesario para hacer los trabajos políticos, pero primero están los trabajos obligatorios que debe cumplir como estudiante de la universidad. Ser agitador universitario y mal estudiante, es fácil; ser dirigente revolucionario y buen estudiante, es más difícil. Pero el maestro universitario respeta al buen alumno, y tendrá que respetar sus ideas, cualesquiera que sean.

Por eso es que la juventud contemporánea, y sobre todo la juventud de Latinoamérica, tiene una obligación contraída con la historia, con su pueblo, con el pasado de su patria. La juventud no puede ser sectaria: la juventud tiene que entender, y nosotros en Chile hemos dado un paso trascendente: la base política de mi gobierno está formada por marxistas, por laicos y cristianos, y respetamos el pensamiento cristiano; interpreta el verbo de Cristo, que echó a los mercaderes del templo.

Claro que tenemos la experiencia de la iglesia, vinculada al proceso de los países poderosos del capitalismo e, incluyendo, en los siglos pasados y en la primera etapa de éste, no a favor de los humildes como lo planteaba el maestro de Galilea; pero sí los tiempos han cambiado y la conciencia cristiana está marcando la consecuencia por el pensamiento honesto, en la acción honesta, los marxistas podemos coincidir en etapas programáticas como pueden hacerla los laicos y lo hemos hecho en nuestra patria -y nos está yendo bien-, y conjugamos una misma actitud y un mismo lenguaje frente a los problemas esenciales del pueblo.

Porque un obrero sin trabajo, no importa que sea o no sea marxista, no importa que sea o no sea cristiano, que no tenga ideología política, es un hombre que tiene derecho al trabajo y debemos dárselo nosotros; por eso el sectarismo, el dogmatismo, el burocratismo, que congela las revoluciones, y ése es un proceso de concientización que es muy profundo y que debe comenzar con la juventud: pero la juventud está frente a problemas que no son sólo económicos, sino son problemas que lamentablemente se manifiestan con mayor violencia destructiva en el mundo contemporáneo.

El escapismo, el drogadismo, el alcoholismo. ¿Cuántos son los jóvenes, de nuestros jóvenes países, que han caído en la marihuana, que es más barata que la cocaína y más fácil de acceso?, ¿pero cuántos son los jóvenes de los países industrializados? El porcentaje, no sólo por la densidad de población, sino por los medios económicos, es mucho mayor.

¿Qué es esto, qué significa, por qué la juventud llega a eso? ¿Hay frustración? ¿Cómo es posible que el joven no vea que su existencia tiene que tener un destino muy distinto al que escabulle su responsabilidad? ¿Cómo un joven no va a mirar, en el caso de México, a Hidalgo o a Juárez, a Zapata o a Villa, o a Lázaro Cárdenas? ¡Cómo no entender que esos hombres fueron jóvenes también, pero que hicieron de sus vidas un combate constante y una lucha permanente!

¿Cómo la juventud no sabe que su propio porvenir está cercado por la realidad económica, que marca los países dependientes? Porque si hay algo que debe preocuparnos, también, a los gobernantes, es no seguir entregando cesantes ilustrados a nuestra sociedad.

¿Cuántos son los miles de jóvenes que egresan de los politécnicos o de las universidades que no encuentran trabajo? Yo leí hace poco un estudio de un organismo internacional importante, que señala que para América Latina, en el final de esta década se necesitaban -me parece- cerca de seis millones de nuevas ocupaciones, en un continente en donde la cesantía marca los niveles que yo les he dicho. Los jóvenes tienen que entender, entonces, que están enfrentados a estos hechos y que deben contribuir a que se modifiquen las condiciones materiales, para que no haya cesantes ilustrados, profesionales con títulos de arquitectos sin construir casas, y médicos sin atender enfermos, porque no tienen los enfermos con qué pagarles, cuando lo único que faltan son médicos para defender el capital humano, que es lo que más vale en nuestros países.

Por eso, repito -y para terminar mis palabras-, dando excusas a ustedes por lo excesivo de ellas, que yo que soy un hombre que pasó por la universidad, he aprendido mucho más de la universidad de la vida: he aprendido de la madre proletaria en las barriadas marginales; he aprendido del campesino, que sin hablarme, me dijo la explotación más que centenaria de su padre, de su abuelo o de su tatarabuelo; he aprendido del obrero, que en la industria es un número o era un número y que nada significaba como ser humano, y he aprendido de las densas multitudes que han tenido paciencia para esperar.


(...) Por eso, sin decir que la juventud será la causa revolucionaria y el factor esencial de las revoluciones, yo pienso que la juventud por ser joven, por tener una concepción más diáfana, por no haberse incorporado a los vicios que traen los años de convivencia burguesa, porque la juventud debe entender que debe ser estudiante y trabajadora; porque el joven debe ir a la empresa, a la industria o a la tierra. Porque ustedes deben hacer trabajos voluntarios; porque es bueno que sepa el estudiante de medicina cuánto pesa un fardo que se echa a la espalda el campesino que tiene que llevarlo a veces, a largas distancias; porque es bueno que el que va a ser ingeniero se meta en el calor de la máquina, donde el obrero a veces, en una atmósfera inhóspita, pasa largos y largos años de su oscura existencia; porque la juventud debe estudiar y debe trabajar -porque el trabajo voluntario vincula, amarra, acerca, hace que se compenetre el que va a ser profesional con aquel que tuvo por herencia las manos callosas de los que, por generaciones, trabajaron la tierra.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Poemas de Víctor Valera Mora

COMIENZO

La lucha de clases.
Los grandes monopolios imperialistas.
Los malditos muñones de la generación del 28
que tanto daño nos han hecho.
El policía del parque, los enamorados estánen la posibilidad de iniciar el terrorismo.
El recuerdo desde la llanura, caballollorando sangre recomenzada.
Triste cuestión.
Este asunto de llevar una guitarra bajo el brazo.
La libertad de morirse de hambre doblemente.
Aquiles el escudero de la ternuraúltimamente se ha dado muy duro en el alma.
Esto nos obliga a hablarel más terrible de los lenguajes.
Hacer de la poesía un fusil airado, implacablehasta la hermosura.
No hay otra alternativa,la caída de un combatiente populares más dolorosa que el derrumbamientode todas las imágenes.
Cuando el pueblo tome el poder, veremos qué hacer,mientras tanto sigamos en lo nuestro.

EL MARTILLO DE LOS UTÓPICOS

El socialismo no existe
pero de que vuela vuela
El capitalismo sí
y hay que matarlo

Isaías Duarte: ¿apostól de la paz, o diablo disfrazado?

Por:
Edgar González Ruiz


Era “un diablo disfrazado de obispo”, un personaje “siniestro, enfermo por el poder, cosa que no podía esconder", sostienen personas que conocieron a Isaías Duarte, quien fuera prelado de Cali, donde fue asesinado por dos sicarios el 16 de marzo de 2002, y que podría ir camino a los altares si prospera el proyecto de grupos clericales y de fieles colombianos, que incluso ya le atribuyen milagros.
Por ahora, se le presenta como un “apóstol de la paz”, que supuestamente luchó contra la violencia ejercida por la guerrilla, paramilitares y narcos, lo que lo llevó a ser asesinado al salir de una boda colectiva que ofició enel templo El Buen Pastor.

El 13 de abril del mismo año, al pronunciar la homilía en la misa en honor de Duarte, el cardenal Alfonso López Trujillo, también colombiano, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, y considerado uno de los principales papables en Latinoamérica, dijo que con él lo “ligó durante lustros una honda amistad en la común tarea pastoral”.

Enemigo del condón, del reconocimiento de derechos a los homosexuales y de dar la comunión a los divorciados, López Trujillo fue sin embargo buen amigo de narcotraficantes como Pablo Escobar Gaviria, y de cometer abusos contra sus feligreses, y hasta de contar con grupos armados o paramilitares a su servicio, según documentó el periodista Hernando Salazar Palacio en su libro La guerra secreta del cardenal López Trujillo (Temas de Hoy, Bogotá, 1996).
Monseñor Isaías Duarte Cancino nació en San Gil, Santander, el 15 de Febrero de 1939. Estudió en el Seminario de Pamplona y en Roma. Se ordenó en 1963; en 1985 fue nombrado obispo auxiliar de Bucaramanga y en 1988 fue designado primer obispo de la nueva diócesis de Apartadó, en el Urabá Antioqueño. En 95 fue designado Arzobispo de Cali.
Tanto un Hospital como una Fundación Filantrópica llevan su nombre, y su tumba, que está en la Catedral de Cali, ha sido visitada por miles de feligreses, pero hay testimonios que cuestionan esa idealización del extinto personaje.
Diego Murillo, alias “Don Berna”, un conocido exjefe paramilitar colombiano ha asegurado ante las autoridades, para obtener rebaja de penas, que el asesinado arzobispo fue uno de los seis ideólogos que desde la clandestinidad orientaba el movimiento ultraderechistadenominado Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fundado en 1997 por Carlos Castaño, quien definió como sus "objetivos militares" no sólo a los guerrilleros armados, pero también los "guerrilleros de civil", entre los que incluía a los periodistas. Castaño fue acusado de haber ordenado el asesinato, en agosto de 1999, del famoso humorista y comentarista político Jaime Garzón.

Famoso por las atrocidades y masacres que cometió en algunas regiones de Colombia, ese grupo obedeció a los intereses de los terratenientes y otros sectores acaudalados, a la vez que reivindicó siempre ideas de corte religioso y conservador (ver la página
www.colombialibre.org, de las desmovilizadas AUC).
El exjefe paramilitar dijo que la relación de Duarte con las AUC comenzó en 1988 cuando fue nombrado Obispo de Apartadó, en la conflictiva región bananera de Urabá, cuyo control disputaron por años las AUC con las guerrillas izquierdistas y en la que el prelado permaneció durante siete años.
En un trabajo difundido el 20 de julio por Argenpress, Alberto Pinzón Sánchez resume en estos términos las confesiones de Don Berna: “…el confesor personal de Carlos Castaño, monseñor Isaías Duarte Cancino, muerto ajusticiado en un ajuste interno de cuentas Narco paramilitar (que instantáneamente fue achacado por los servicios de inteligencia militar a la guerrilla de las Farc); era uno de los 6 miembros de la junta directiva de los Paramilitares.”
Desde luego, esas revelaciones fueron rechazadas con indignación por la jerarquía católica y por políticos afines a ella, pero no dicen lo mismo algunas personas que lo trataron personalmente durante años.
En su artículo “El Monseñor que yo conocí”, difundido en la Web por Tiempo, de Colombia, Diego L. Arias T. exhorta a “…evitar los extremos de dar por cierta, de entrada, la versión del jefe paramilitar, pero también los desagravios o absoluciones anticipadas”.

Luego, hace la remembranza del prelado, sin escatimar elogios, pero criticando “…su omisión casi sistemática a condenar las masacres que, por la misma época y hasta su fallecimiento, ejecutaron las autodefensas en el Valle”.
“En alguna ocasión, ante un auditorio reunido en la Cámara de Comercio de Cali, monseñor la emprendió con virulencia contra la guerrilla. Y así tenía que ser. Lo molesto e inadmisible fue que un día antes los paramilitares hubieran ejecutado una de sus más crueles acciones en el centro del Valle, y de monseñor no hubiera salido un solo comentario de repudio al crimen ni a los perpetradores; tampoco de solidaridad con las víctimas. Y así fue casi siempre, la verdad.”

“En privado, le reclamaba por estas omisiones. Me escuchaba con respeto y asentía con un movimiento de cabeza como diciendo: '¡Tiene razón!'. Sus silencios en casos como estos dolían y ofendían enormemente a las víctimas y a muchos que, como yo, en muchas jornadas, lo acompañamos promoviendo la reconciliación y el perdón. Nunca descifré el motivo de sus silencios….”
“En julio de 1999 llegaron las autodefensas al Valle del Cauca, en medio de la complacencia de muchos sectores y omisiones injustificables de las autoridades. Son conocidas al menos dos reuniones en Cali de Carlos Castaño con dirigentes nacionales (Horacio Serpa y Sergio Fajardo), a las que monseñor dio acogida. Su naturaleza humanitaria no está en discusión. Pero se habla también de otras gestiones, con Castaño y otros interlocutores, y yo creo que obraron en la misma dirección”.

Asimismo, Pinzón Sánchez, en el artículo aludido, recuerda que en entrevista con la periodista Salud Hernández Mora, Carlos Castaño dijo abiertamente: '- Monseñor Isaías Duarte Cancino me invitó a Cali. En la época que a Carlos Castaño Gil lo buscaban las autoridades de todo el país. Decidí que asistiría como una de mis cinco salidas a la ciudad. Antes de viajar le dije a monseñor: Su excelencia, me manda el carro al sitio que acordemos y usted responde por mí., le recordé de manera amistosa y de la misma forma me contestó: No hay inconveniente Carlos, Usted duerme en mi casa.

Por demás severos son los juicios que hacen algunos militares y civiles que conocieron a Duarte Cancino, sea en Urabá o en Cali. De acuerdo con ellos, Duarte era “un diablo disfrazado de obispo”, que hacía temblar al general Clavijo Ardila, jefe militar y civil de Urabá, cada vez que le hablaba en persona o por teléfono. “El pretendido “apóstol de la paz” no era ningún santo, sino un personaje “siniestro, enfermo por el poder, cosa que no podía esconder”.

“Sus gestos eran crueles y su voz generaba conflicto y desconfianza a primera vista.Estaba seguro de que debía atemorizar a sus posibles rivales por el poder”.
En Urabá se señala que Duarte estableció alianzas a su conveniencia, en diferentes períodos, sea con la guerrilla, en particular con la llamada EPL, Ejército Popular de Liberación, como con los paramilitares.

“El obispo hablaba con el presidente si era necesario, en cambio el general no podía darse ese lujo. Duarte era capaz de meter la mano por los bandidos como una vez que el ejército capturó en flagrancia a un alemán que trabajaba para la guerrilla por dinero, monitoreando las comunicaciones militares y facilitándoles equipos a los delincuentes. Cuando el alemán, marino jubilado y experto en guerra electrónica estaba listo para ser enviado preso a Bogotá, Duarte se apareció en las instalaciones de la jefatura civil y militar de Urabá y convenció a Clavijo para que desistiera de detención y así se cumplió. Al alemán le devolvieron todos los equipos que se le habían decomisado y dos días después moría asesinada la fiscal de Apartadó que realizó esa captura y decomiso”.

Cuando los paramilitares expulsan a la guerrilla de esa zona, Duarte consideró, al parecer, que le convenía estar bien con los que detentaban el poder real en la zona, por lo que llegaría a hacerse más evidente su cercanía con sus católicos y anticomunistas aliados de las AUC.

Nos preguntamos

Nos preguntamos el por qué, si los funcionarios de nuestra empresa PDVSA no guardan nexos con el señor Antonini viajaron en un avión privado con él.
Nos preguntamos el por qué del silencio del vicepresidente de PDVSA Argentina, Uzcátegui y su hijo Uzcátegui Spetch mientras son señalados por la prensa golpista de ser los nexos de Antonini, si no hay nada que ocultar, por qué no declarar y no desmentir a quienes como aves de carroña se deleitan despresando a una de las columnas fundamentales de nuestro proceso revolucionario como lo es PDVSA.
Nos preguntamos por qué nadie nos explica la razón de que Antonini estuviese en el mismo avión que nuestros funcionarios. Por qué debieron viajar los funcionarios de nuestra PDVSA en una colita de nuestra empresa hermana ENARSA.
Nos preguntamos hasta cuando habrá silencio y dejarán que las naturales dudas sobre hechos turbios que implican a funcionarios de la Revolución sean respondidas por la derecha fascista.
Nos preguntamos si ese silencio no será peor que los ataques que recibimos a diario. Nos preguntamos si la CIA orquesta dentro de nuestras propias una estrategia para desmoralizar, para corromper a sectores de la dirigencia del país. No lo dudamos, pero hasta cuando debemos esperar para enfrentarlos, para que la moral revolucionaria, para que la dignidad de nuestro pueblo se haga presente en todos los rincones de nuestro Estado en Revolución.