miércoles, 12 de septiembre de 2007
Fredy Muñoz, periodista de Telesur: “Espero que algún gobierno me brinde la posibilidad de refugio político”
Por: Pascual Serrano
El 19 de noviembre de 2006, pocos días antes de las elecciones presidenciales de Venezuela, la policía colombiana detenía al periodista de Telesur y responsable de su corresponsalía en Colombia, Fredy Muñoz al que acusaban de pertenecer a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Organizaciones de periodistas, de derechos humanos, profesionales y la dirección de Telesur proclamaron que el proceso judicial estaba plagado de numerosas irregularidades [1] que hacían inverosímil pensar que Fredy Muñoz estuviera simultaneando ser jefe guerrillero con aparecer todos los días en la pantalla como corresponsal de televisión. Numerosos colectivos y manifiestos de apoyo desde todo el mundo denunciaban la detención como un intento de acallar la voz de un periodista y una televisión que habían desvelado ante la opinión pública internacional los lazos del gobierno de Colombia por el paramilitarismo.
El 9 de enero fue revocada por un nuevo fiscal su orden de detención por falta de pruebas en su contra y Fredy Muñoz salía en libertad. Sin embargo la publicación de unas fotografías en la revista Cambio en las que el periodista aparecía rodeado de guerrilleros de las FARC [2] volvieron a reactivar el caso hasta el punto que algunos medios adelantaron que se había decretado nueva orden de captura. Tras algunas breves declaraciones a los medios, Fredy Muñoz desapareció de la escena mediática. Esta entrevista, realizada por Internet, recoge los comentarios e impresiones sobre la situación que atraviesa actualmente el periodista que se atrevió a desafiar a los poderes colombianos desde un canal internacional.¿Cuál es tu situación jurídica actualmente?Yo la desconozco a ciencia cierta y también mi abogado porque no ha tenido acceso al expediente. Tenemos rumores y amigos con relaciones en la fiscalía que nos transmiten alguna información, pero es muy preocupante porque no sabemos si esos rumores están fundados. Uno de ellos es que después de las fotografías que publicó la revista Cambio, la fiscalía añadió cargos por secuestro debido a que afirman que esas fotos se realizaron en el lugar donde estaba secuestrado el hoy canciller Fernando Araujo.
Esta acusación no hemos podido confirmarla, pero sí sabemos que no hay orden de captura vigente contra mi, lo cual resulta contradictorio. Yo lo definiría como un limbo jurídico, los abogados sostienen, por otro lado, que para que haya una nueva orden de captura debe haber un nuevo proceso.¿Entonces los cargos tuyos serían?Que yo sepa, los que tenía desde el principio, rebelión y terrorismo.Te has referido a las fotografías donde apareces armado con unos guerrilleros de las FARC. ¿Son verdaderas esas imágenes [3] ?No, son un montaje.¿Has tenido o has participado en algún momento alguna actividad armada en Colombia?Nunca.¿Y militancia política?Sí, desde los doce años fui militante de la juventud comunista.¿Siempre en la legalidad?Sí, siempre en la legalidad.¿Pero has estado alguna vez en campamentos guerrilleros?Sí, pero siempre como periodista, la última vez en los diálogos del Caguán entre las FARC y el gobierno de Andrés Pastrana, éramos decenas de periodistas.¿Qué crees entonces que motiva el proceso legal que se inicia contra ti?Sin duda, es la actitud de una institucionalidad colombiana que no resiste el debate mediático, es decir, que haya periodistas y medios que sean críticos con el gobierno y algunas instituciones.¿Crees entonces que está relacionado con tu labor en Telesur?Con Telesur y con mi trabajo anterior. Yo siempre denuncié las masacres del paramilitarismo.¿En qué medios denunciabas antes todo eso?Como periodista independiente que realizó trabajos para las Naciones Unidas y para la Oficina Pastora de la Iglesia Católica y el Caribe. También en medios regionales, pero ahí lo podían soportar, en Telesur ya les resultaba más molesto.¿Las Naciones Unidas?Sí, ellos financiaron unos trabajos de investigación que hicimos en el departamento de Bolívar.Pero la fiscalía presentó desde el principio pruebas en tu contraTodo eso fue desvirtuado por la propia fiscalía.
Explícanos cómo se desarrolló eso: El proceso se inicia con una orden de captura que da un fiscal ante la información que le presenta el DAS (inteligencia colombiana), posteriormente el caso paso a la segunda fiscal especializada de la región del Atlántico y ella dicta medida de aseguramiento, es decir, prisión. Nosotros entonces apelamos esa decisión ante un fiscal superior en Bolívar. Este valora las supuestas pruebas y decide mi libertad al no encontrar en ellas fundamentos que justifiquen mi detención. Salgo libre y después se publica a foto y de nuevo se complica, pero ya antes de mi libertad recibo amenazas de un grupo paramilitar llamada Aguilas Negras.¿Y quién crees que puede estar detrás de ellos?El paramilitarismo cercano al comando regional de inteligencia que preparó las pruebas falsas. Se trata de un comando muy cuestionado que opera con gran impunidad, yo ya había denunciado varias de sus acciones criminales.¿Estás en Colombia ahora?Sí, en la clandestinidad, ayudado por organizaciones sociales y campesinas a los que siempre he servido como periodista intentando que se oyese su voz.¿Cómo ves tu futuro a corto plazo?Mi deseo es que el proceso caiga en manos de alguien que hagas justicia y que pueda devolverme a la legalidad y luego buscar un sitio para trabajar de periodista fuera de este país. Hoy no hay condiciones de seguridad para mí en Colombia, evolucione como evolucione el proceso legal. Deberían surgir cambios muy profundos en el poder para que yo pueda tener garantías de seguridad en Colombia.¿Tu habías pensado en algún momento que te podría pasar algo como esto?Sí, cuando ves morir tanta gente cercana y tantas injusticias y atropellos contra profesionales, académicos, etc… uno piensa que en algún momento le tocará pasar por esto. Pero nunca está preparado suficientemente para esta soledad, para volverse invisible. Una vida así ¿para qué?Parece que se está iniciando una nueva situación con la presencia del presidente Hugo Chávez como probable mediador en la búsqueda de un canje humanitaria y quien sabe si algo más, ¿cómo ves este panorama?En lo personal creo que Chávez tenía que tomar parte en el intento de resolver este conflicto tarde o temprano. Hugo Chávez no es sólo el presidente de Venezuela, es una esperanza latinoamericana.¿Crees que las intenciones de Uribe de aceptar a Chávez son honestas?No, lo ha hecho bajo presión. Incluso desde la derecha le han pedido que se acerque a Chávez para intentar buscar un diálogo en este conflicto.¿Pero Uribe no saldrá reforzado si se logra avanzar hacia la paz o al menos hacia un acuerdo humanitario?Es posible, pero si no sucede, ganaría más, la justificación otra vez de que sólo existe la vía de las armas.¿Y hasta dónde crees que estaría dispuesto a llegar Uribe?Yo no creo que con Uribe vaya a haber ni despeje ni acuerdo humanitario. No sólo es él, sino su compromiso con los sectores más reaccionarios del paramilitarismo y de los Estados Unidos.¿Se equivoca entonces Chávez participando en esa mediación?No, no creo. Se podría serrar la semilla de que un reemplazo a Uribe puede hacer realidad un acuerdo y entonces le toca a la sociedad colombianas tener eso muy presente.¿Contemplas o estudiar buscar refugio en algún país para salir de Colombia?Lo contemplo y lo busco. Es difícil y triste esta situación que estoy viviendo. Uno, que siempre ha luchado por decir cosas, ahora se ve condenado al silencio y a la invisibilidad. Además, es normal que la ayuda de los amigos tenga un límite. Espero que algún gobierno lo entienda y me brinde esa posibilidad.
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