por: Ana T. Gómez F. (la guara) PNA_M13A
Comencemos por recordar un artículo anterior donde citábamos a Vandana Shiva, quien dice: “El terrorismo es la reacción de aquéllos a quienes se les ha despojado de voz. El terrorismo es el grito de los sin voz. El terrorismo no se desarrolla si la democracia prospera porque ésta asegura que su voz se oye y la disidencia se tiene en cuenta. Aunque resulta evidente en todo el mundo que la cuestión terrorista es el problema de la carencia de oportunidades para influir en el propio destino, el terrorismo no se percibe en los medios de comunicación principales como la cólera de los desposeídos sino como el de gente que tiene algún defecto genético” Gabriel Puerta Aponte, antiguo y todavía jefe de Bandera Rota (ellos no hacen elecciones), acaba de pronunciarse sobre dos organizaciones colombianas alzadas en armas.
No vamos a entrar en consideraciones sobre las mismas porque la intención de este artículo es refrescarle la memoria a Herbalife o Aceite de Romero Puerta, nombre con el que lo conocen quienes saben de su preocupación por perder la cabellera. Hace muchos años, cuando Bandera Rota no era el brazo armado de la derecha venezolana, estos “camaradas” secuestraron a Domínguez, el Rey de la Hojalata y ello lo justificaban porque la revolución no tenía recursos para liberar a las masas. En aquel entonces, el secuestro no era cosa de terroristas, sino de revolucionarios ungidos por la gracia de Dios para liberarnos del capitalismo salvaje.
Los campesinos y hacendados de Valle la Pascua, Zaraza, El Socorro, Tucupido, Anaco, Santa María de Ipire, Cumanacoa, entre otros, recuerdan a un tipo más bien sanguinario y violento. Cuentan por allá (porque la memoria es la salvación de los pueblos) que cada tanto tiempo, llegaban los camaraditas de Bandera a cobrar lo que ellos denominaban el “Impuesto de Guerra en el Campo” que por los años 80 variaba entre 100 y 400 mil bolívares. ¿Recuerdas el modus operandi, Gabriel?. Los “elegidos” para pagar el peaje eran retenidos en la mañana, a eso de las 5 am. y si cumplían con su cuota para la revolución, ya a las 4 o 5 de la tarde estaban en casita, disfrutando de su familia. El 20 de enero de 1980, pocos meses antes de la Masacre de Cantaura, asesinan a dos muchachos en una laguna. ¿Recuerdas Gabriel por qué los mataron justo allí?. Los camaradas venían de cobrar la vacuna a un hacendado que les echó paja y los cercaron. Hoy, al lado de sus antiguos enemigos, opresores de siempre, que además lo han dejado como la guayabera (no lo invitaron a participar en la nueva Coordinadora Democrática), busca cómo alejarse de esos tiempos en que muchos jóvenes creíamos ciegamente en sus directrices. Cuántos jóvenes como Nelson, Mauricio, Nelson, Sor Fanny, Maria Luisa, Zanahoria dieron la vida siguiendo los pasos del nuevo adalid del fascismo criollo. No hace alusión Gabriel Herbalife a los terroristas que quieren controlar el mundo. Olvidó aquella campaña donde gritábamos: Viva la Inti-Fada Palestina y donde condenábamos la agresión sionista. Olvida Gabriel champú de romero que el pueblo irakí nunca pidió la brutal invasión de los gringos; la invasión a Panamá y desaparición por bombardeos de Chorrillos; el apoyo gringo a la contra nicaragüense; el asesinato del sueño Chileno con Allende. En fin, Gabriel prefiere olvidar el origen de la guerra que desangra a Colombia y que dio origen a varias organizaciones armadas.
De pana que leyendo a Gabriel Puerta, me siento estafada, porque fueron muchos los años en que creí que efectivamente hiciéramos lo que hiciéramos estaba justificado por la liberación de las “masas oprimidas”. Afortunadamente el despecho que me produjo la ruptura hace muuuuchos años se curó y ahora se que eso de “masas” no existe. Que en todos los rincones existen individuos, de carne y hueso, con rostros y manos, intentando construir una Patria a su medida. Y que por mucho que Gabriel intente ahora parecerse a sus antiguos carceleros, ni siquiera estos lo quieren. Que se lance a Alcalde, Gobernador, Presidente de Junta Parroquial o Rey Momo…Verá que el desprecio de este pueblo por los traidores es su recompensa.
SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO
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