jueves, 23 de agosto de 2007
El Estado le cobró su militancia en la JUCO
Los jóvenes por el cambio...
Federico Valero, durante 38 meses estuvo recluido en la cárcel La Picota acusado del delito de rebelión, con base en declaraciones de “reinsertados” de la guerrilla que afirmaron que tenía contactos con ellos. Por su accionar político en la Juventud Comunista ha sido desplazado en dos oportunidades, de Córdoba a la Guajira y de allí a Bogotá en 1999.
Por Juan Carlos Hurtado Fonseca, VOZMás de tres años preso de preso
Federico Valero, durante 38 meses estuvo recluido en la cárcel La Picota acusado del delito de rebelión, con base en declaraciones de “reinsertados” de la guerrilla que afirmaron que tenía contactos con ellos. Por su accionar político en la Juventud Comunista ha sido desplazado en dos oportunidades, de Córdoba a la Guajira y de allí a Bogotá en 1999. Denuncia que quienes lo acusaron eran personas acogidas al plan de reinserción, que para recibir más beneficios tenían que acusar personas y lo hicieron con alrededor de 25 de los municipios de Riohacha y Maicao. Salió con libertad condicional después de haber pagado 51 meses, además, en un periodo de prueba. Habló con VOZ sobre su experiencia. - ¿Cómo transcurrió ese tiempo en la cárcel? - La cárcel es un cambio duro no solamente para uno sino para la familia. Pero para los revolucionarios Mariáte gui nos lo dijo y nos lo enseñó: es un accidente de trabajo, y hay que asumirlo. Y si sabemos asumir la cárcel, es una experiencia formadora, educativa, que le permite a uno crecer no sólo como militante sino también como persona, creo que así lo asumí y fue el gran reto que me puse cuando llegué a La Picota. Hoy salgo con más compr omiso con este proyecto político.
- ¿La adquisición de más compr omiso tiene que ver con la injusticia que se cometió contra usted? - Creo que los revolucionarios estamos expuestos a todas estas cosas y sabemos que tenemos un enemigo muy grande que es el Estado y la burguesía colombiana. Sabemos que harán todo lo que puedan para no dejarnos llegar a gobernar. La cárcel es lo más barato que puede sacar un r evolucionario. Es lo menos que le puede pasar. Porque cuántos en esta lucha han caído peleando por un cambio social. Creo que tenemos un problema de fondo y es la política criminal y la dictadura que hay en el sistema judicial colombiano. A uno le toca enfrentarse solo contra ese monstruo que se llama la Fiscalía, los jueces y los jueces de ejecución de penas. Pero el problema principal es el de la política criminal, porque no puede seguirse creyendo que con elevar penas vamos a solucionar el problema económico y político que tiene el país. Un ejemplo es lo que acaban de aprobar; para hurtos menores casi ocho años de cárcel. La cárcel no construye, no reforma, la cárcel destruye, mucha gente llega buena y sale mala y el que entra malo sale mucho más malo. Allá no hay procesos resocializadores, no está concebida para darle otra oportunidad al hombre, para que sea útil a la sociedad. Es más, allá se ve mucha drogadicción y delitos dentro de la misma cárcel.
- ¿Cómo era un día suyo en la cárcel? - Pues yo logré entrar a trabajar enseñándoles a otros presos, lo que es bastante fortificante. Estuve preparándolos para que validaran la primaria y la secundaria. Es algo muy importante que hice en estos años. Pero principalmente me refugié mucho en la literatura. Leí mucho en la cárcel. Fue un espacio que me permitió volar para salirme de esas cuatro paredes. - ¿Cómo hacía el seguimiento del acontecer político nacional? - Esencialmente a través de VOZ, porque ese es el alimento par a los revolucionarios. Además seguíamos las noticias, teníamos opiniones. Teníamos grupos de estudio, de discusión política y en muchas ocasiones nos pronunciamos en procesos como el de la liberación de supuestos guerrilleros por parte de Uribe. Nosotros sabemos que no hubo ningún gesto de buena voluntad, porque sé que los que salieron no eran guerrilleros, son personas que están acusadas del delito de rebelión sólo por el hecho de vivir en zonas de conflicto.
- ¿Cuál será su futuro político? - Aunque hay muchas dificultades con respecto a seguridad trabajaré en el Partido Comunista. Hace 19 años me matriculé en él y lo que me pasó reafirma mi compromiso político, porque nunca, ni siquiera en los momentos más duros que pasé en la cárcel, me arrepentí de haber llegado a este partido. Es una de las cosas más importantes que ha pasado en mi vida y lo seguirá siendo.
Federico Valero, durante 38 meses estuvo recluido en la cárcel La Picota acusado del delito de rebelión, con base en declaraciones de “reinsertados” de la guerrilla que afirmaron que tenía contactos con ellos. Por su accionar político en la Juventud Comunista ha sido desplazado en dos oportunidades, de Córdoba a la Guajira y de allí a Bogotá en 1999.
Por Juan Carlos Hurtado Fonseca, VOZMás de tres años preso de preso
Federico Valero, durante 38 meses estuvo recluido en la cárcel La Picota acusado del delito de rebelión, con base en declaraciones de “reinsertados” de la guerrilla que afirmaron que tenía contactos con ellos. Por su accionar político en la Juventud Comunista ha sido desplazado en dos oportunidades, de Córdoba a la Guajira y de allí a Bogotá en 1999. Denuncia que quienes lo acusaron eran personas acogidas al plan de reinserción, que para recibir más beneficios tenían que acusar personas y lo hicieron con alrededor de 25 de los municipios de Riohacha y Maicao. Salió con libertad condicional después de haber pagado 51 meses, además, en un periodo de prueba. Habló con VOZ sobre su experiencia. - ¿Cómo transcurrió ese tiempo en la cárcel? - La cárcel es un cambio duro no solamente para uno sino para la familia. Pero para los revolucionarios Mariáte gui nos lo dijo y nos lo enseñó: es un accidente de trabajo, y hay que asumirlo. Y si sabemos asumir la cárcel, es una experiencia formadora, educativa, que le permite a uno crecer no sólo como militante sino también como persona, creo que así lo asumí y fue el gran reto que me puse cuando llegué a La Picota. Hoy salgo con más compr omiso con este proyecto político.
- ¿La adquisición de más compr omiso tiene que ver con la injusticia que se cometió contra usted? - Creo que los revolucionarios estamos expuestos a todas estas cosas y sabemos que tenemos un enemigo muy grande que es el Estado y la burguesía colombiana. Sabemos que harán todo lo que puedan para no dejarnos llegar a gobernar. La cárcel es lo más barato que puede sacar un r evolucionario. Es lo menos que le puede pasar. Porque cuántos en esta lucha han caído peleando por un cambio social. Creo que tenemos un problema de fondo y es la política criminal y la dictadura que hay en el sistema judicial colombiano. A uno le toca enfrentarse solo contra ese monstruo que se llama la Fiscalía, los jueces y los jueces de ejecución de penas. Pero el problema principal es el de la política criminal, porque no puede seguirse creyendo que con elevar penas vamos a solucionar el problema económico y político que tiene el país. Un ejemplo es lo que acaban de aprobar; para hurtos menores casi ocho años de cárcel. La cárcel no construye, no reforma, la cárcel destruye, mucha gente llega buena y sale mala y el que entra malo sale mucho más malo. Allá no hay procesos resocializadores, no está concebida para darle otra oportunidad al hombre, para que sea útil a la sociedad. Es más, allá se ve mucha drogadicción y delitos dentro de la misma cárcel.
- ¿Cómo era un día suyo en la cárcel? - Pues yo logré entrar a trabajar enseñándoles a otros presos, lo que es bastante fortificante. Estuve preparándolos para que validaran la primaria y la secundaria. Es algo muy importante que hice en estos años. Pero principalmente me refugié mucho en la literatura. Leí mucho en la cárcel. Fue un espacio que me permitió volar para salirme de esas cuatro paredes. - ¿Cómo hacía el seguimiento del acontecer político nacional? - Esencialmente a través de VOZ, porque ese es el alimento par a los revolucionarios. Además seguíamos las noticias, teníamos opiniones. Teníamos grupos de estudio, de discusión política y en muchas ocasiones nos pronunciamos en procesos como el de la liberación de supuestos guerrilleros por parte de Uribe. Nosotros sabemos que no hubo ningún gesto de buena voluntad, porque sé que los que salieron no eran guerrilleros, son personas que están acusadas del delito de rebelión sólo por el hecho de vivir en zonas de conflicto.
- ¿Cuál será su futuro político? - Aunque hay muchas dificultades con respecto a seguridad trabajaré en el Partido Comunista. Hace 19 años me matriculé en él y lo que me pasó reafirma mi compromiso político, porque nunca, ni siquiera en los momentos más duros que pasé en la cárcel, me arrepentí de haber llegado a este partido. Es una de las cosas más importantes que ha pasado en mi vida y lo seguirá siendo.
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