sábado, 16 de febrero de 2008

Siempre presente, con nosotros estás y nosotros contigo, gran padre cantor.




Gloria de Alí

Porque su sueño de mujer con ideas crecidas abonó caminos de vanguardia, Gloria Martín será siempre inseparable de Alí Primera, el gran convocante de estos días.

Con la historia en la mano repujada en cantos, ella que también los hizo, los alentó y les dio organicidad, es tal vez la piedra fundamental para entender no sólo el ayer inmediato, sino aún el hoy, enmarañado entre la poca claridad de algunos cantos, y la puja de los dignos.

Por eso, sin su permiso, pues no sé donde encontrar a esta respetada ductora, transcribo a continuación algunas reflexiones que Alí Primera hiciera junto a ella…

Palabra de Alí:

“Cuando yo conocí las posibilidades de la canción fue estando preso en la Digepol; allí me di cuenta de que la canción comunicaba algo que era más que la mera diversión, o el simple pasar el rato. Me di cuenta de que la canción podía influir en otro aspecto: en el carácter del hombre. Con una canción se podía expresar una respuesta a por qué estábamos presos, por qué resistíamos…

Todo hombre que surge como cantor, vinculado ideológicamente a un partido o a una línea revolucionaria, tiene que luchar por apartar la dependencia que en ese momento surge entre su trabajo cultural, y el partido, la línea partidista, la ideología. Eso me pasó a mí, hasta el punto de que no podía dar un trabajo, si éste no expresaba una línea partidista. Eso hacía que la canción viniera del partido, pero que no llegara hasta donde debía llegar.

o he terminado por decidir que la canción viene esencialmente del pueblo, pero del pueblo que hace su voz a diario, cotidianamente, en cualquier sitio…

No sé decir cuántas veces algunos de nosotros hemos estado en primer lugar en algunas emisoras; lo que en verdad resulta importante es que, a pesar de estar allí, hemos estado siempre abajo, y no porque fuéramos marginales o subterráneos. Y cuando digo ‘siempre abajo’ me refiero a que hemos seguido donde nuestra canción tiene una mayor razón de existir, de ser, de funcionar. Nuestra canción no es de un sector, rompe distancias, no es estudiantil, no es del campesinado, no es intelectual; tiene algo de cada uno de nosotros, tiene un aporte porque, al ser la canción del hombre (antes que el pueblo, existe el hombre) ella ha tomado una parte de cada uno de nosotros….

Hemos perseverado en una forma de hacer la canción, en una forma de decirla, y yo hablo de nosotros porque lo que yo canto hoy tiene de la canción de Gloria, tiene de la canción de Lilia, de la canción que Soledad trajo desde el Sur, de los Guaraguao, del grupo Ahora, y voy más allá, de la canción de don Pío Alvarado, de Luís Mariano Rivera…

Cuando me he sentido tanto agredido como estimulado, he respondido con canciones que además siempre hemos hecho deslastradas de un ambiente de amargura. Cuando Gloria canta una canción sobre Jorge Rodríguez, no es para el sepelio de Jorge; la hace para señalar lo que ha pasado, pero también para plantear que la gente siga. Eso es también parte del canto: no hacer elegías para llorar al hombre, sino una canción para secarnos las lágrimas y seguir, profundamente ganados por ese hombre…

La cosa no es que el artista se vaya solo, y se le siga escuchando, sino llevarse al pueblo consigo…”

Intervención en una clase de una materia dictada por Gloria Martín en la UCV el 5 de junio de 1984. Tomada de “El perfume de una época” de Gloria Martín. (UCV-Alfadil) 1998.

Que su canto no se pierda…



(extracto de un trabajo de Lil Rodríguez, publicado en el encarte electrónico ENCONTRARTE de www.aporrea.org

a conyinuación el link, para quienes quieran ver el trabajo completo: http://encontrarte.aporrea.org/teoria/perfiles/13/)



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